
En un pueblecito de aquellos en los cuales el tiempo como que se detiene, llego a vivir una señora que provenia de la ciudad. Aquella señora era una madre soltera con dos hijos. Ella con esfuerzo trabajando en la ciudad habia ahorrado un dinero, con el que se compro una casita en es
te pueblo. El unico que le parecio un poco incomodo de la casita era que exactamente estaba en la calle que conducia hacia el cementerio.
Pero al fin y al cabo pues para ella lo que le importaba era que habia comprado una casa y ya no tendria que alquilar mas.
Con el paso del tiempo fue la señora haciendo amistad con los habitantes de este pueblo, era gente bastante trabajadora y muy unida. Esto agradaba bastante la señora porque ya habia conseguido un trabajo estable y sus hijos ya asistian a la escuela del lugar.
En el pueblo cuando fallecia una persona, el cortejo funebre siempre pasaba por donde vivia la señora, pues la calle finalizaba en el cementerio general del lugar.
En una ocasion la señora estando en su casa llegaron a visitarla unos vecinos. Entre platicas y platicas los vecinos la acompañaron una rato y hasta incluso cenaron con ella y sus dos hijos. todo era alegria, y al finalizar la cena, todos se despidieron y se fueron.
Ya era entrada la noche cuando la señora escucho a unas personas que rezaban con rezar a un muerto. la señora por curiosidad sale a la calle cuando se da cuenta que venia un cortejo funebre. Pero la señora se sorprende que a tan altas horas de la noche lleven a enterrar a un fallecido.

Poco a poco el cortejo se acercaba y cuando estaba pasando exactamente enfrente de su casa, una persona que iba en el mismo se le hacerca y le regala unas flores con tallo largo. Esta persona le dice que le guarde estas flores y que mañana la iba a pasar a recoger. La señora accede a guardarsela y la coloca en una gabeta de un ropero que tenia.
A la mañana siguiente la señora se recordo de las flores que le habian dado la noche anterior y las fue a ver. Cuando abrio la gabeta en vez de aquellas flores hermosas, habia un esqueleto de una mano, con todo y brazo.
La señora se asusto demasiado y se desmayó. llegaron a auxiliarla sus vecinos y cuando recupero el sentido les comento lo sucedido. Ellos al escuchar la historia le comentaron que en ese cortejo funebre, iban almas malditas, que lo unico que buscaban era ganarse mas almas para que las acompañaran directo al cementerio.
Pero existia una posibilidad para que la señora se salvara. La solucion era que la señora esa misma noche esperara al cortejo funebre, y que le entregara el esqueleto de la mano que le habian dado y asi no ganarian su alma. La señora siguio el consejo y espero el cortejo funebre y le regreso el esqueleto de la mano.
Aun hoy en dia a las 12:00 de la media noche en ese pueblo, en noches bastantes oscuras, se pueden escuchar los rezos de las almas malditas, que se dirigen directo al cementerio. La señora se mudo de ese pueblo pero todavia, en sus sueños aparece ese recuerdo y se repite una y otra vez....